jueves, 24 de septiembre de 2009

El agua y la sociedad


Las sociedades son el conjunto de personas que interaccionan entre si como individuos y como grupos. Se establecieron desde que el hombre se percato de la necesidad de actuar en colaboración para facilitar el logro de intereses comunes. Desde las primeras formas de sociedad, las necesidades básicas han sido de preocupación común, por lo que las actividades participativas incluyeron el aprovisionamiento de alimento, refugio y abrigo.
Pero, todas estas actividades tenían por factor colectivo el conocimiento o aprendizaje continuo de la naturaleza y sus fenómenos. Pronto se percataron que la agricultura les resultaría un mejor control del aprovisionamiento de alimentos; es entonces que surge el valor del agua. Si la agricultura trajo consigo la sociedad nómade, esta instalación sobre el territorio no fue a la suerte, sino consecuencia de considerar la disponibilidad del agua y en otros casos de sus efectos negativos (inundaciones), o de ambas previsiones.
Conformando luego complejas articulaciones sociales (rurales, urbanas, industriales, etc.) el conocimiento del orden natural está dejando de ser el objetivo para constituir uno nuevo: el control sobre la naturaleza. Se ha identificado que el manejo de los recursos hídricos es un importantísimo componente del orden social, pues su gestión es multi- efecto (salud, pobreza, calidad de vida, emponderamiento, economía, empatia, etc.) y por tanto resulta que el manejo eficaz y eficiente de los recursos hídricos es a la vez una forma de gestionar la sociedad.

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